Leí este libro cuando tenía 22 años. Lo recuerdo con mucho cariño porque me lo regaló un ser muy especial.
El libro es muy ameno, estructurado en relatos cortos, cartas que intercambia un terapeuta con su paciente, Claudia. Pura filosofía de vida, psicología cotidiana.
¿Por qué me transformó?
Bien, voy a hacer un ejercicio importante de memoria porque de eso hace ya veinte años, pero hasta tal punto me impactó que a día de hoy aún lo recuerdo.
Tenemos que ponernos en el contexto de una adolescente, probablemente si lo volviera a leer ahora, se desvanecería el asombro que sentí en ese momento.
Pero recuerdo que las reflexiones que Jorge Bucay compartía con sus pacientes, en su acompañamiento terapéutico, penetraban en lo profundo de mi consciencia y me sentía comprendida. En muchas ocasiones decía: ¡Así es! En otras me sorprendía de cómo no me había dado cuenta de algo tan obvio.
Sin duda fue una lectura que en ese momento me ayudó a comprender mis emociones, ordenar pensamientos y acercarme a una vida más despierta, real y consciente.
Lo recomiendo sobretodo para adolescentes. A esa edad nos estamos formando una idea del mundo, vivimos experiencias fuertes y ésta es una manera de hacer terapia sin realmente ir a terapia Sorteando cualquier resistencia
Este es el libro: Cartas para Claudia